En palabras de Theodor Benfey, la tabla y la ley periódica «son el corazón de la química —comparables a la teoría de la evolución en biología (que sucedió al concepto de la scala naturae), y a los principios de termodinámica en la física clásica—».
Las filas de la tabla se denominan períodos y las columnas grupos.​ Algunos grupos tienen nombres, así por ejemplo el grupo 17 es el de los halógenos y el grupo 18 el de los gases nobles
El Cobalto
El cobalto (del alemán kobalt, voz derivada de kobolds, los "Duendes" que, según los mineros de Sajonia de la Edad Media, eran espíritus de la tierra que tenían embrujado el mineral, por lo que, aunque parecía mena de cobre, no producía este elemento con el tratamiento habitual) es un elemento químico de número atómico 27 y símbolo Co situado en el grupo 9 de la tabla periódica de los elementos.
Su masa atómica es de 58,9332. Con propiedades magnéticas similares al hierro como su dureza, resistencia a la tensión y propiedades térmicas. El cobalto se puede encontrar en aguas dulces, suelos, plantas, meteoritos y en los nódulos de manganeso encontrados en el fondo del océano. Los compuestos de cobalto se usan para crear un color azul densa en vidrios, cerámicas, porcelanas, vidriar y en esmaltes
El Cobre
El cobre (del latín cuprum, y este del griego kypros, Chipre), cuyo símbolo es Cu, es el elemento químico de número atómico 29. Se trata de un metal de transición de color cobrizo, es decir, rojizo anaranjado de brillo metálico que, junto con la plata, el oro y el roentgenio forma parte de la llamada familia del cobre, se caracteriza por ser uno de los mejores conductores de electricidad (el segundo después de la plata). Gracias a su alta conductividad eléctrica, ductilidad y maleabilidad, se ha convertido en el material más utilizado para fabricar cables eléctricos y otros elementos eléctricos y componentes electrónicos.
El hierro
Este metal de transición es el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre,5​ representando un 5 % y, entre los metales, solo el aluminio es más abundante,6​ y es el primero más abundante en masa planetaria, debido a que el planeta, en su núcleo, concentra la mayor masa de hierro nativo, equivalente a un 70 %. El núcleo de la Tierra está formado principalmente por hierro y níquel en forma metálica, generando al moverse un campo magnético. Ha sido históricamente muy importante, y un período de la historia recibe el nombre de Edad de Hierro. En cosmología, es un metal muy especial, pues es el metal más pesado que puede ser producido por la fusión en el núcleo de estrellas masivas; los elementos más pesados que el hierro solo pueden crearse en supernovas.